'El Padrino' ha sido recientemente elegida como la segunda película con el mejor guión de la historia del cine por el Sindicato de Guionistas de América, únicamente detrás de 'Casablanca'. Con motivo de dicho reconocimiento os hemos traído algunas de las anécdotas más curiosas que rodearon todo el proceso de su producción:
'El Padrino' (The Godfather), dirigida por Francis Ford Coppola y escrita por el propio Coppola y Mario Puzo. Basada en la novela homónima de Mario Puzo. Ficha externa.
- Coppola tenía tres reglas básicas a seguir para el rodaje de ‘El Padrino’: 1) empezar con el guión acabado, 2) trabajar sólo con gente de total confianza y 3) rodar de manera que la productora no pudiese cambiarle nada. Coppola acabó reconociendo que no pudo cumplir ninguna de las tres.
- Francis Ford Coppola no quería dirigir en un principio ‘El Padrino’. Lo que pasó fue que no le quedaba más remedio. Con 31 años y una carrera en el mundo de la serie B, el director estaba endeudado hasta las cejas por haberle producido ‘THX-1138’ a su amigo George Lucas, con lo que aceptó dirigir un filme que había sido rechazado por Sergio Leone y Peter Bogdanovich. La razón de Robert Evans para elegirle fue, según sus palabras, que una peli de mafiosos dirigida por un italoamericano sería "lo bastante realista como para que se oliesen los espaguétis". Y, claro está, que Coppola cobraría poco, pues su principal acreedora era la propia Paramount.
- El rodaje de ‘El Padrino’ comenzó el 29 de marzo de 1971.
- El guión original de ‘El Padrino’ tenía 160 páginas, 40 más de lo habitual en un guión cinematográfico.
- El guión original de ‘El Padrino’ tenía 160 páginas, 40 más de lo habitual en un guión cinematográfico.
- El libro de Mario Puzo fue un éxito de ventas, llegando a
vender 10 millones de copias.
- Tanto Coppola como Mario Puzo lo tenían claro: el actor de ‘Un tranvía llamado deseo’ era el hombre idóneo para encarnar a Don Vito. Pero la productora quería a Laurence Olivier o a Ernest Borgnine. Incluso se oyó hablar del mismísimo Frank Sinatra, el cual conocía el tema a fondo.
- Coppola tuvo que ceder a tres condiciones para que los productores aceptasen contratar a Marlon Brando: 1) el actor trabajaría por el salario mínimo, 2) pagaría de su bolsillo en caso de un retraso en el rodaje y 3) tendría que hacer una prueba de cámara, algo que Brando nunca hacía. Cuando Coppola fue a su casa para grabarle, Marlon se presentó con el pelo largo y vestido de corto. Antes de que el director tuviese tiempo para desmayarse, Brando sacó al actorazo que llevaba dentro: oscureció su pelo con betún y se llenó la boca de papel higiénico, mientras repetía: "Es un bulldog. Parece malo, pero en el fondo es cariñoso". En esa misma sesión, Brando improvisó la cascada voz del Padrino, y su forma de mover las manos. Fue el propio Brando el que se inventó el aspecto de Vito Corleone, una de las claves del gran éxito de su interpretación. Cuando Coppola enseñó la cinta a Buldhorn, sin revelarle de qué actor se trataba, el magnate exclamó: "¿Quién coño es este viejo? ¡Es fantástico!".
- El texto que Brando ensayó en su prueba de cámara es el que abre la película: la conversación entre el funerario Bonasera y Corleone.
- El productor Albert Ruddy apostó (y perdió) con Coppola 200
dólares a que la Paramount
no aceptaría a Marlon Brando.
- Marlon Brando trabajó en la película ‘El Padrino’ un total de seis semanas. Brando tenía 47 años cuando interpretó a Vito Corleone, un personaje de 53 años al comienzo de la historia y que fallece a los 62 años.
- La primera escena que se rodó fue la de Michael y Kay
saliendo con los regalos navideños de los almacenes Best & Co.
- La presencia de naranjas en las tres películas de 'El Padrino' indica que una muerte o una llamada cercana va a suceder pronto. El senador es
acusado de asesinato después de jugar con las naranjas en la casa de Corleone,
y Johnny Ola lleva una naranja en la oficina de Michael antes del atentado
contra la vida de Michael. Fanucci come una naranja justo antes de ser abatido
a tiros y Michael está comiendo una naranja (se ve como una manzana, pero es
una naranja), durante un complot para matar a Roth. Además, Marlon Brando como
Vito se mete la piel de naranja en la boca antes de su muerte.
- Woody Allen se marcó una broma de altura en Annie Hall,
diciéndole a Diane Keaton aquello de “¡Me has dejado solo con dos extras de El
Padrino!”. Porque, efectivamente, los tipos con pinta de mafiosos que acosaban
al pobre Alvy Singer habían sido extras en El Padrino… ¡Y además eran chicos de
la ‘Cosa Nostra’! Coppola empleó a gángsters auténticos en muchas escenas. El
mejor caso de todos fue el de Lenny Montana, un campeón de lucha libre que se
ganaba un sobresueldo como guardaespaldas de un capo. El director se quedó tan
impresionado con él que le adjudicó el papel de Luca Brasi, ejecutor en jefe de
Don Corleone. Cuando le tocó rodar su escena con Brando, Montana se puso tan
nervioso que no atinó a repetir bien sus líneas. A Coppola le gustó y dio la
toma por buena.
- Estos fueron algunos de los candidatos para interpretar a
Michael Corleone (Al Pacino): Robert Redford, Ryan O'Neal, Warren Beatty,
Dustin Hoffman, Martin Sheen y Jack Nicholson . Sin embargo, Coppola no cedió:
si ese desconocido actor italoamericano ("Demasiado bajito", decía
Robert Evans) no entraba en el filme, él se largaría.
- El espíritu animoso de Brando se transmitió a sus
compañeros. Mientras Marlon improvisaba su monumental collejón a Al Martino
para conseguir que el cantante actuase un poco (el ataque de risa de Robert
Duvall en la escena también es imprevisto), James Caan se contagiaba de la
violencia de Sonny hasta el punto de que los demás actores tuvieron que llegar
a sujetarle en más de una ocasión para que no lastimase a Gianni Russo, su
cuñado maltratador Carlo en la película. Estas salidas de tono, que encantaban
al propio Coppola, al director de fotografía Gordon no le hacían tanta gracia.
- Coppola consiguió colar a unos cuantos de sus familiares en
algunas escenas: además de su hermana Talia Shire y sus hijos Gian Carlo y
Roman, su padre Carmine Coppola es el gángster que toca el piano durante el
montaje de las masacres de Sonny, su madre Italia Coppola y, por supuesto, a su
hija pequeña Sofia Coppola. La futura directora de 'Lost In Translation' es el
bebé al que bautizan mientras los esbirros de los Corleone masacran a los jefes
de las Cinco Familias.
- Coppola adquirió el macabro resto de caballo en una fábrica de comida para perros, para después convencer al actor John Marley de que utilizaría una cabeza de atrezo. El gesto de horror de Marley cuando vio un auténtico pedazo de cadáver equino a los pies de su cama quedó fenomenal en la pantalla.
- Raro es que Stanley Kubrick llegara a elogiar un filme. Así
que imaginen la sorpresa de Michael Herr, guionista de 'Apocalypse Now' (Francis
Ford Coppola) y 'La chaqueta metálica' (Stanley Kubrick) cuando el genio del
Bronx le reconoció que consideraba 'El Padrino' la mejor película de la
historia de Hollywood, o como mínimo la que tenía el mejor reparto.
- Durante el rodaje de 'El Padrino', el pobre Coppola lo pasó
realmente mal. Aguantó carros y carretas del equipo de rodaje, formado por
profesionales curtidos que, como Gordon Willis, no le tenían el menor respeto y
le tomaban el pelo continuamente. Tras una bronca particularmente intensa en el
plató, Coppola se encerró en su despacho, cerrando la puerta con tanta
violencia que el equipo corrió a buscarle. Pensaban que se había pegado un
tiro.
- Por más que el montador William Reynolds se quejase de sus secuencias largas y sus montajes paralelos (“¡Esto es un jodido rompecabezas!”, llegó a decir), uno de los aciertos de 'El Padrino' fue la concisión empleada por Coppola: de las casi cuatro horas rodadas, sólo tres llegaron a las pantallas. Las escenas inéditas pudieron verse en 1977, cuando el director montó las dos primeras películas para la serie de TV 'La saga de El Padrino'. Entre ellas, figuraban una discusión entre Don Vito y Michael, y un final alternativo en el que el personaje de Diane Keaton encendía velas en una iglesia por el alma de su marido.
- Mario Puzo, autor de la novela original era ludópata. Sus deudas con los corredores de apuestas le llevaron a plantear un best seller seguro sobre el mundo del crimen. "Tengo una deuda de once de los grandes: o me compras esto, o me parten las piernas", fueron sus palabras a Robert Evans (jefe de producción de Paramount) cuando fue a venderle los derechos para el cine de un manuscrito que, por entonces, se titulaba 'The Mafia'. "Toma doce mil quinientos y escribe el puto libro", respondió Evans, y la inversión le salió bien: el volumen, titulado finalmente 'El Padrino', estuvo durante 67 semanas en la lista de best sellers de The New York Times.
- Mario Puzo, autor de la novela original era ludópata. Sus deudas con los corredores de apuestas le llevaron a plantear un best seller seguro sobre el mundo del crimen. "Tengo una deuda de once de los grandes: o me compras esto, o me parten las piernas", fueron sus palabras a Robert Evans (jefe de producción de Paramount) cuando fue a venderle los derechos para el cine de un manuscrito que, por entonces, se titulaba 'The Mafia'. "Toma doce mil quinientos y escribe el puto libro", respondió Evans, y la inversión le salió bien: el volumen, titulado finalmente 'El Padrino', estuvo durante 67 semanas en la lista de best sellers de The New York Times.
- El actor joven más famoso que participó en ‘El Padrino’ fue
James Caan, considerado en principio para encarnar a Michael. Caan se hizo con
el papel de Sonny Corleone de una forma bastante peculiar: Robert Evans ofreció
un ultimátum a Coppola diciéndole que, si Caan no entraba en el filme, Pacino
se quedaba fuera. Esto dejó fuera, no sólo a la opción de Coppola, un tal
Carmine Caridi, sino también a otro jovenzuelo que daría mucho de qué hablar en
el futuro (Robert De Niro).
- Según Nicolas Pileggi, guionista de ‘Uno de los nuestros’,
uno de los actores principales de ‘El Padrino’ se tomó tan en serio la
preparación de su papel que acompañó a un grupo de auténticos mafiosos en una
misión. Por otra parte, Robert Duvall consiguió que se le invitase a una
reunión de ‘chicos listos’. El actor les observó con tanto detenimiento que su
contacto le susurró: “No les mires tan fijamente, están sospechando que eres
marica”.
- Sin duda, la decisión de casting más imprevisible de la película fue la del gato de Don Vito. Por más que Coppola afirme que incluyó al animal para mostrar las “garras” ocultas en el amable semblante del personaje, la verdad es menos pretenciosa: Brando encontró al felino deambulando por el estudio de Paramount, se encariñó con él y se lo llevó al plató. A Marlon se le debían dar muy bien los animales porque. aunque eliminados en el doblaje castellano, los ronroneos del felino fueron tan intensos que obligaron a Coppola a doblar algunas frases de la escena.
- Es evidente que el personaje de Johnny Fontane es un
trasunto de Frank Sinatra. Pues el propio Sinatra era consciente de ello, y no
le hacía ni maldita la gracia. Incluso llegó a tomar medidas legales para
detener el rodaje. Una noche, Mario Puzo y Al Rudi se lo cruzaron en un night
club, al grito de “¡Os voy a partir las piernas! ¿Os pasó el FBI información
para escribir el puto libro?”.
- El actor de la película más cercano a la 'Cosa Nostra' fue
Al Martino, quien interpretó a Johnny Fontane. El cantante, que no había
actuado en su vida, trató de persuadir a Coppola gastándose 78.000 euros en
convidarle a un fin de semana loco en Las Vegas. Cuando vio que la cosa no
resultaba, acudió a su auténtico padrino, el jefe mafioso Russ Rufalino, para
que presionara a los productores.
- Robert De Niro fue considerado inicialmente para interpretar
a Sonny, papel que fue a parar finalmente a manos de James Caan. ¿Qué hubiese
pasado si los productores no hubiesen presionado para que Caan interviniese en
la película? Nunca lo sabremos. Lo que sí sabemos, es que no hubiésemos visto
la magistral actuación de De Niro como el joven Vito Corleone en ‘El padrino:
Parte II’. [Vídeo]
- Al Pacino se tomó muy a pecho la parte física de su papel.
En una de las escenas más míticas (cuando Michael mata a Solozzo y al capitán
McCluskey) puede verse en su cara un gesto de apuro que no tiene nada de
artificial. Pacino se había torcido el tobillo, lo que causó retrasos en el
rodaje desde la primera semana.
- Además de ser una de las escasas películas con un 100 por
cien de aprobación en Rotten Tomatoes, ‘El Padrino’ es la segunda mejor
película de la historia según el American Film Institute, quedó cuarta (tras ‘Ciudadano
Kane’, ‘La regla del juego’ y ‘Vértigo’) en la encuesta de 2002 de la revista
Sight And Sound, y en 1990 pasó a formar parte de los fondos de la Biblioteca del Congreso
de EE UU. Recientemente su guión ha sido elegido como el segundo mejor de la
historia por el Sindicato de Guionistas de América.
- Coppola se empleó a fondo con el libro. Llenó su ejemplar de
anotaciones, modificó tramas y eliminó personajes y líneas argumentales
enteras, consiguiendo un guión que respeta bastante el trabajo de Puzo y que al
mismo tiempo funciona en la pantalla. Sin duda, su medida más sabia fue omitir
la historia de Lucy Mancini, la amante de Sonny, que pese a aparecer brevemente
en el filme cuenta en la novela con una trama ginecológica digna de un
Cronenberg, con operaciones de reconstrucción vaginal y todo.
- El imprevisible Brando se convirtió en el corazón de la
película. Pese a su fama de difícil, el actor tomó bajo su ala a sus compañeros
más jóvenes, aconsejándoles, cuidándoles y bromeando con ellos. Según recuerdan
James Caan y Robert Duvall, el punto álgido del cachondeo llegó cuando Brando y
ellos organizaron un concurso de hacer ‘calvos’ en el plató. En palabras de
Caan, Marlon se ganó el primer puesto mostrando su trasero a la cámara 500
veces en un día.
- Los sociólogos de EE UU hablan de “el efecto El Padrino”
para señalar el impacto de la película en la cultura italoamericana. Un impacto
que, huelga decirlo, alcanzó sobre todo a la propia Mafia: los capos que habían
tratado de sabotear la película observaban con agrado cómo sus soldati más
jóvenes recuperaban viejas tradiciones, como llamarles de ‘Don’ y besarles la
mano, mientras que el vocabulario de los ‘chicos listos’ se enriquecía con
expresiones como “¡Bada Bing!” (la onomatopeya de un tiro a bocajarro), “el
especial Moe Greene” (matar a alguien de un disparo en el ojo), entre otras
[Vídeo].
- El palo que Sonny Corleone le lanza a Carlo en la escena de la pelea entre ambos, fue algo totalmente improvisado por James Caan para acentuar la actuación de perplejidad de Gianni Russo.
- En la escena de la boda en que Johnny Fontaine está cantando, los planos cortos de la conversación entre Kay y Michael fueron rodados de noche ya que el tiempo se les echó encima, cosa que enfureció al director de fotografía Gordon Willis.
- La escena en la que Vito Corleone se burla de Johnny Fontane imitando sus sollozos no estaba prevista en el guión, sino que fue improvisada por Brando. Ninguno de los participantes en la escena se lo esperaba, por lo que la cara de sorpresa de Al Martino y las sonrisas nerviosas de Robert Duvall y Richard Wright son auténticas.
- La escena en la que Vito Corleone se burla de Johnny Fontane imitando sus sollozos no estaba prevista en el guión, sino que fue improvisada por Brando. Ninguno de los participantes en la escena se lo esperaba, por lo que la cara de sorpresa de Al Martino y las sonrisas nerviosas de Robert Duvall y Richard Wright son auténticas.
- Tan grande fue la popularidad de ‘El Padrino’, que en 1972
apareció un juego de mesa basado en la película. Robert Evans quería incluso lanzar
al mercado salsas italianas con el rostro de Marlon Brando. En 2006, por su
parte, apareció un videojuego con las voces de James Caan, Robert Duvall, Abe
Vigoda (Tessio) y un Marlon Brando ya muy enfermo. Pacino, que había vendido
sus derechos de imagen para el juego de ‘El precio del poder’, pasó del tema y
Coppola se molestó con Paramount por haber tomado la iniciativa sin contar con
él.
- Tan pegadiza como atmosférica, la BSO de ‘El Padrino’ es tan
icónica como las imágenes de la película. Pero su autor, Nino Rota, se quedó
sin nominación al Oscar por haber reutilizado parte de su música para la
película italiana ‘Fortunella’ (1956). Nominada a cinco estatuillas, la
película se llevó tres.
- Desde la publicación del libro de Mario Puzo, los
principales enemigos de ‘El Padrino’ no fueron sólo los ejecutivos de
Paramount, sino también los propios “goodfellas”. El capo Joe Colombo, a través
de su organización-tapadera Liga Italoamericana, presionó públicamente para que
la película no se rodase. Todos los implicados en la producción sufrieron
amenazas telefónicas y se amenazó con boicotear el rodaje de forma “persuasiva”.
La insistencia de Coppola en localizar los exteriores en Little Italy no puso
las cosas más fáciles, hasta que una reunión entre Al Rudi y el jefe arregló
las cosas. ‘El Padrino’ podría rodarse, siempre que en sus diálogos no se
mencionase la palabra que empieza con "M".
- El marido maltratador de Connie Corleone también surgió del
mundo del hampa. Bisnieto de un gángster y protegido del capo Frank Costello,
Russo contrató un equipo de rodaje para rodar una prueba de cámara. A fin de
ponerla en manos de Coppola, Russo acudió a una showgirl asiática, a la que
vistió de uniforme y envió rumbo a Los Ángeles con la cinta de vídeo. El
director dijo que no, así que Russo (quien afirma “haber matado a tres hombres
en legítima defensa”) se ganó su papel invocando la ayuda de amigos que habían
prestado dinero a Charles Buhldorn. En cuanto a la ragazza, la leyenda afirma
que acabó en brazos de Marlon Brando.
- ¿En qué “padrinos” de la vida real se basó Mario Puzo para
el personaje? En varios; las conexiones políticas del patriarca y su voz rasposa
salieron de Frank Costello, mientras que su habilidad para la diplomacia entre
mafiosos tuvo su origen en Carlo Gambino. Otros fundadores de la 'Cosa Nostra'
estadounidense, Joe Profanti y el mítico Lucky Luciano, aportaron los buenos
modales del 'Don' y su condición de capo “di tutti capi”, respectivamente. Su
nombre y apellido, finalmente, fueron una combinación del de Vito Genovese y de
una población siciliana que aparece en la película.
- Pese al perfeccionismo de Coppola, se le escaparon algunos
gazapos en el guión. Por ejemplo, cuando el viejo Clemenza (Richard Castellano)
explica a Michael Corleone cómo preparar los espaguetis perfectos, el guión
indicaba: “tuesta un ajo picado”. Mario Puzo tachó inmediatamente el verbo de
la frase, reemplazándola por “fríe un ajo picado”. Según el autor, “ningún
mafioso que se respete usaría la palabra ‘tostar”.
Pese a los arriesgados experimentos de Willis, ‘El Padrino’
se rodó bajo un clasicismo absoluto. No se usaron recursos tan característicos
del cine de los 70 como zooms o tomas aéreas, y su uso del claroscuro quedó
como un hito en la historia del cine. Sin embargo, los ejecutivos no pensaron
lo mismo al ver los copiones: “¿Qué pasa aquí, es que llevo aún mis gafas de
sol?”, protestó uno de ellos cuando se le proyectó la primera escena.
- Tras recibir las primeras noticias del éxito de la película,
el director partió raudo y veloz a comprarse un Mercedes a cuenta de Paramount
junto a George Lucas. A bordo de ese mismo coche, y a la salida de una fiesta,
Coppola quedó parado frente a un semáforo junto a algunos amigos. Uno de ellos,
William Friedkin, asomó la cabeza por la ventanilla de su coche y gritó:
“French Connection: ocho nominaciones y cinco Oscar, incluyendo Mejor
Película”. Peter Bogdanovich, que también estaba en la caravana, respondió: “La
última película: ocho nominaciones, y encima es mejor que la tuya”. Para no ser
menos, Coppola sentenció: “El Padrino: 150 millones de dólares”.
- Según cuenta el periodista Peter Biskind, la premiere de ‘El
Padrino’ fue un fenómeno que nadie se esperaba. Las primeras reacciones de la
crítica, que anunciaba una obra maestra, atrajeron a muchísimos espectadores
pese a que aquel día nevaba en Nueva York y a que el filme se estrenaba fuera
de la temporada de Oscar. Eso sí, pese a todos los esfuerzos de Robert Evans,
Brando (considerado como la gran atracción de la noche) logró escabullirse de
la premiere en el último momento.
- En el año de su estreno, ‘El Padrino’ amasó en los cines la
friolera de 1062,9 millones de euros , convirtiéndose automáticamente en una de
las películas más taquilleras de la historia. Esto lo consiguió de una forma
sencilla. En lugar de las formas tradicionales de distribución, basadas en el
sistema de reestrenos, Paramount optó por una campaña muchísimo más agresiva. A
cambio de un anticipo de 316.000 euros, cualquier cadena de cines podía
proyectar la película, lo cual consiguió que esta llegara a 366 salas de EE.UU.
en su primer fin de semana. Durante abril de 1973, los réditos de la película
ascendieron a 3 millones de euros diarios. Todo un triunfo para la compañía,
pero también el comienzo del declive de las salas pequeñas y los cines de
barrio.
- En la primavera de 1971, Martin Scorsese acudió a visitar a
su amigo Coppola al rodaje de ‘El Padrino’ en el cementerio Calvary de Queens.
Nada más ver aparecer a ‘Marty’, un Francis totalmente deshecho se sentó sobre
una lápida llorando, rodeado por los 121 extras y las coronas de flores por
valor de casi 50.000 euros que había encargado para la escena del funeral. El
comportamiento de Coppola durante este tramo del rodaje era totalmente
descontrolado: compraba compulsivamente, se escapaba del plató para realizar
reescrituras del guión, y acabó enganchado a las pastillas para dormir que su
médico le recetaba.
- Robert Evans y el productor Albert Ruddy se la jugaron
vendiéndole el proyecto al mandamás de Paramount, Charles Bluhdorn. Este
millonario australiano, cabeza del grupo "Gulf + Western", había adquirido el
estudio en 1966, y era muy aficionado a imponer su ley a gritos y garrotazos.
Sabedor de los rumores que vinculaban a Bluhdorn con los altos mandos de la
'Cosa Nostra', Ruddy presentó ‘El Padrino’ de forma muy arriesgada:
"Charles, quiero hacer una película fría y terrorífica sobre tus
amigos", le soltó. El magnate casi le suelta una galleta de las suyas,
pero dio luz verde al filme.
- Gordon Willis, el director de fotografía que imprimió a ‘El
Padrino’ su tono tenebrista, era un maniático del control y poco afectuoso con
el cineasta (a quien consideraba un advenedizo). Willis se desesperaba cada vez
que uno de los actores se salía de su marca. Sus juegos de iluminación eran tan
complejos que un paso en falso colocaba a los intérpretes en puntos oscuros,
obligando a repetir la toma. “Gordon se comportó como un futbolista en medio de
una pandilla de nenazas”, recordó Coppola años después. “Yo era un Hitler”,
admitía, por su parte, Willis.
- El productor Robert Evan amenazó varias veces a Coppola con
despedirle en mitad del rodaje para sustituirle por Elia Kazan. Lo único que
salvó al director fue el Oscar al Mejor Guión que acababa de recibir por ‘Patton’.
Cuando la película ya estaba finiquitada, Evans amenazó con llevarse el metraje
en bruto a Los Ángeles para montarlo él mismo.
- Concretamente fueron cinco las veces que Coppola estuvo a
punto de ser despedido: 1) cuando defendió a Brando para el papel de Vito
Corleone, 2) cuando a la
Paramount le entró el pánico por el retraso del rodaje, 3)
cuando insistió en rodar una parte en Sicilia, 4) cuando se pasó del
presupuesto y 5) cuando dijo que quería una película de más de tres horas de
duración.
- En la película ‘El Padrino’ hay un total de 22 muertes
violentas. 16 de ellas transcurren en la pantalla.
- En una de las escenas eliminadas del montaje, Vito y Michael
visitan en el hospital al amigo más antiguo de los Corleone y primer “consiguiere”
de la familia, poco antes de que este muera. Otras de las escenas eliminadas
son las de Sonny comunicándole a su madre la muerte de su padre, y Paulie junto
a dos sicarios dando una paliza a los jóvenes que habían violado a la hija de
Bonasera.
- En total, cuatro son las ocasiones en que en ‘El Padrino’ se
habla de “una oferta que no podrá rechazar”.
- Para la realización de la película se emplearon más de 80
coches. El ruido del motor de los coches que aparecen en la película real se
grabó en el museo de coches de San Francisco.
- La película partió con un presupuesto inicial de un millón
de dólares, pero se fue incrementando hasta alcanzar los 6,2 millones.
- Francis Ford Coppola solicitó 80 días de rodaje, la Paramount le dio 53 y
acabó tardando unos 77 días en total.
- Se rodaron un total de 150.000 metros de
película, lo que equivalía a 90 horas.
- Coppola recibió el 6% de los beneficios de ‘El Padrino’. Con
las dos primeras entregas ganó alrededor de 7 millones de dólares, más 175.000
por ayudar con el guión y 1.500 dólares semanales para gastos.
- Marlon Brando cobró 50.000 dólares por seis semanas de
trabajo más 1.000 dólares semanales para gastos. También se llevó el 5% de los
beneficios con un máximo de 1,5 millones que fue lo que finalmente se llevó.
- Al Pacino, James Caan y Diane Keaton cobraron 35.000 dólares.
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