Frodo Bolsón es un hobbit que vive en La Comarca junto a su tío Bilbo. Cuando Bilbo decide abandonar su hogar en busca de aventuras le regala a su sobrino un anillo mágico. Gandalf el Mago advertirá a Frodo que se trata de un anillo peligroso y que las fuerzas oscuras lideradas por el Señor Tenebroso Sauron tratarán de arrebatárselo a toda costa.
Impresionante adaptación de la no menos magnífica novela de J.R.R. Tolkien, quien a lo largo de su obra creó un universo completo lleno de imaginativas especies y lugares de ensueño. Adaptar al cine el amplísimo imaginario de Tolkien, tan rico en detalles, no era una tarea fácil para el director neozelandés, Peter Jackson.
Cabe añadir que en 1978 ya se intentó llevar a la gran pantalla 'El Señor de los Anillos' de la mano de Ralph Bakshi en un filme que aunaba animación y acción real. No obstante el resultado, aunque brillante a nivel técnico y artístico, falló estrepitosamente en taquilla lo que impidió llevar a cabo la continuación de la historia. Esta experiencia no hacía sino endurecer el reto ante el que se enfrentaba Jackson. Reto del que, adelanto, no solo ha sido airado sino indiscutiblemente victorioso.
'El Señor de los Anillos: La Comunidad del Anillo' comienza con un prólogo brillantemente rodado que traslada al espectador directamente a la Tierra Media. Tras este, la película presenta a sus protagonistas de una forma pausada, simpática y hasta familiar. Poco después la oscuridad comienza a acechar, personificada la amenaza en el propio Anillo, el cual poco a poco irá adquiriendo el peso de un personaje más en la historia.
La adaptación de la novela, a nivel técnico, es digna de aplauso. La representación de todos los detalles que hacían de la novela un viaje a un mundo fantástico resulta hasta obsesiva. 'La Comunidad del Anillo' posee una fotografía impresionante y un diseño de producción apabullante. Los magníficos efectos especiales no hacen sino enfatizar la ambientación y la creación de ese universo sin llegar a saturar o molestar. Gran parte del mérito de esta fidelísima adaptación reside en los bellísimos paisajes de Nueva Zelanda, país donde se rodó toda la trilogía de 'El Señor de los Anillos'.

En el aspecto interpretativo destacan principalmente en esta primera parte Viggo Mortensen y, especialmente, Ian McKellen como el mago Gandalf, quien nos regala un brillante duelo con Christopher Lee. El resto del reparto también es bastante notable, aunque por ahora no resalta ninguno más en especial.
Uno de los mayores logros de la película (y de la trilogía entera) es su banda sonora. Howard Shore escribió para 'El Señor de los Anillos' una composición gigante que pasará a la historia del cine como una de las bandas sonoras más completas y complejas. La variedad de temas es tan amplia y su uso tan adecuado que completa a la película a la perfección, sustituyendo en ocasiones a los diálogos de forma más que brillante. El tema principal de los hobbit se emplea también para subrayar el sentimiento de la amistad, así como el motivo aventurero se utiliza para enfatizar los momentos de mayor heroicidad o de mayor tono épico. Magistral.

Por otra parte, 'El Señor de los Anillos: La Comunidad del Anillo' no consigue ser un filme redondo por su falta de final. Es evidente que la historia continúa en dos partes más, así como el libro, pero la ausencia de una conclusión le impide en parte erigirse como una indiscutible obra maestra. No obstante, Jackson sí consigue concluir ciertas historias más secundarias y otorgar a ciertos personajes un final más que digno.
A pesar de estos inconvenientes, 'La Comunidad del Anillo' es un perfecto primer capítulo de un proyecto titánico. Una inmensa y grandilocuente aventura épica plagada de inolvidables y espectaculares secuencias. Pero, por encima de todo, una tierna historia que nos habla de la amistad, del valor, de la codicia, la corrupción y la eterna lucha entre el bien y el mal. Un triunfo del género fantástico.
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