Maria, Henry y sus tres hijos se encuentran de viaje por Tailandia. Pero lo que estaban siendo unas vacaciones ideales de repente se transformarán en una pesadilla. En diciembre de 2004, un tsunami azotó el sudeste asiático. Esta es la historia de una de las familias afectadas.
En ocasiones sucede que una película, al venir precedida de una inmensa y soporífera campaña publicitaria, uno se puede hacer una idea preconcebida del filme. Nos bombardean con anuncios, entrevistas, documentales, etc. convirtiéndola en un evento casi ineludible dentro de la historia de nuestro cine que puede perjudicar nuestra opinión de ella. Lo cual tampoco es de extrañar, dada la enorme cantidad de dinero invertida en ella (poco corriente en nuestro país) y las pretensiones de conquista del mercado internacional. Supone una ardua tarea superar el fenómeno mediático que ha vivido la película, pero 'Lo imposible' lo consigue.
J.A. Bayona, después de dirigir su ópera prima 'El orfanato' (2007), decidió recrear las devastadoras consecuencias de la catástrofe que, entre otras, afectó a una familia española sobre la cual se basa la historia.

La secuencia del tsunami es magistral. Un uso medido de los efectos digitales y unos asombrosos efectos de sonido, acompañado de unas arrebatadoras interpretaciones de Naomi Watts y Tom Holland, recrean una angustiosa y tensa escena. Vibrante, espectacular y claustrofóbica. Una realista secuencia que en nada tiene que envidiar a la también brillante, aunque menos intensa, recreación del mismo evento por parte de Clint Eastwood en la desafortunada 'Más allá de la vida'.
Tras el desastre natural, llega el desastre humano. Una lucha para sobrevivir a las consecuencias devastadoras del duro golpe del océano, la búsqueda de los seres más queridos y la puesta a prueba de nuestra humanidad más altruista.

Pero el éxito de 'Lo imposible' no radica solo en la crudeza del desastre, sino en la descripción del drama humano al que da lugar.
'Lo imposible' nos habla del dolor. Del dolor de la pérdida, del dolor de la incertidumbre. Bayona nos sitúa en el lugar de las víctimas, sin ningún tipo de pudor. Se le puede tachar de manipulador emocional, de falta de sutileza. En ocasiones coloca la cámara en el foco del dolor, con planos casi gore, demasiado morbosos, sin pretender apartar la mirada. No obstante, ese es el realismo que persigue, sin miramientos y sin mesura.

'Lo imposible' hace gala de una perfección técnica de la que en ocasiones hasta presume. No era necesario hacer un plano espectacular y ruidoso del avión llegando a Tailandia ni repetir casi literalmente los planos del desastre.
Con sus pequeñas taras, Bayona ha creado un trabajo cercano al cine de Spielberg en el que nos habla principalmente de la importancia de la unión familiar y de mantener nuestra naturaleza más humana aun en las situaciones más adversas.
'Lo imposible' es un hito del cine español, capaz de competir con el cine extranjero cuando se dispone de los medios suficientes. Una película que hay que ver sobretodo en la gran pantalla.
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